Romance del río que quería cambiar de cauce

El río Guadalquivir
triste hacia Sanlúcar baja
Ya no lleva la alegría
Y solas están sus aguas

Este río de mi tierra
Quisiera cambiar de plaza
Y unirse en otros lares
Con otro río que marca
El amor de una persona
Una amor que él le abrasa
Pero que le hace feliz
Porque ella lo acompaña.



Viven aquel dulce sueño
¡Ay, que nunca se acabara!
Son Oriente y Occidente
Fundidas esas dos almas

¡Oh río de mi Sevilla!
El de tus aguas de plata
Ve y dile a aquella niña
La de divina mirada
Que muy lejos de su pueblo
Un sevillano la aguarda
Porque sueña con el beso
De su princesa lejana
Para luego andar con con ella
largos caminos de plata
en la tierra que los lleve
hacia un mar de rosas blancas

Y a Dios, él le pedirá
En Sevilla o en Triana
Poder ir y verla a ella
Para a su rostro mirarla
Y montarla en su caballo
El de las crines de plata
Y cabalgar por el cielo
Y que el mundo no acabara