Aquelarre

Durante muchas noches de luna llena, brujas y brujos, espectros horribles se contactaron mediante sus bolas de cristal. Poco a poco se fueron conociendo y averiguando la maldad de sus corazones. Un ansia de egoísmo, desprecio y odio enfermizos los iba devorando y para calmarlos no cesaban de realizar brutales masturbaciones en donde ponían de reflejo su falsedad. Deseban un alma a quien poseer y eliminar en un orgasmo negro y nauseabundo.
Y llegó el día señalado, una noche de invierno sin luna, en un lugar sombrío, gélido y espantoso donde aparecieron vistiendo las ropas mas espantosas.
Bebieron pócimas y bailaron durante horas hasta caer exhaustos y finalmente el gran cabrón llevando a la bruja mas vieja del grupo le arrancó los jirones de sus andrajos, apareciendo un cuerpo arrugado, velludo y maloliente. Luego la penetró con su miembro sarmentoso y hediondo. Y empezó la orgía de los brujos desperdigados por el campo.Asco, repugnancia y odio y donde no puede haber, lujuria pasión y amor.