Tú y yo

Tu cuerpo y el mío
Tu piel en mis dedos
Mis manos recorren
Todos tus secretos
Tú me das la vida
Yo te doy el cielo
Tú me haces un hombre
Yo, mujer, me entrego
Estalla mi ser
Galopo en tu seno
Y tú me acompañas
A un mundo de ensueño
Mientras con mis labios
Recorro tu cuerpo
Llegando a tu sima
Estando muy adentro
Y mi dulce néctar
Será tu alimento
Te miro a los ojos
Me dices te quiero
Mientras me acaricias
Yo te como a besos

Se ha muerto una estrella

En la noche negra

La luna no estaba

Y muchos luceros

Apenas brillaban.

Un viento de nieve

Helaba las almas

Y en la vieja ermita

Tañían campanas

Llamando a la gente

Pues algo pasaba:

En el firmamento

Sobre la montaña

Ya no relucía

La que más brillaba

Aquella que siempre

Dio luz a mi alma,

Cuando el gran dolor

Hería mis entrañas.

Porque aquella luz

De nieve y de nácar

Era el resultado

Que creó mi alma

Del amor inmenso

De mí, por mi Dama

Se ha muerto una estrella:

Sobre la montaña

Ángeles del cielo

Con trajes de gasa

Lloran en silencio

Al rayar el alba

La garza

Allá en la marisma

Entre aguas y cañas

Su plumaje blanco

Siempre destacaba

Caricias del sol

A la garza blanca.

Un mundo ideal

Que todos buscaban.

Pero ese paraíso

La hacía desgraciada

Porque no tenía

Lo que ella anhelaba

Sentido a su vida

Soñar un mañana

Y en el paraíso

Lloraba la garza

Pero llegó un día

Despuntando el alba

Y el ave de nieve

Desplegó sus alas

Se elevó hacia el cielo

Como hacen las almas

Le llegó su hora

Cambió de morada

Y ahora en el cielo

La garza volaba

Entre blancas nubes

Batiendo sus alas

Buscado otra vida

Con su blanca alma

Allá en la marisma

Dicen que esto pasa:

Que al fin de la noche

Despuntando el alba

La garza de nieve

Se lleva las almas

A gozar del cielo

En la madrugada

Si te contara...

Si te contara que...

Yo con mi alma a solas
En mis pensamientos
Navego en un mar
En el que te quiero.
Yo tengo un barquito
Que uso en mis sueños,
Cuando echo las redes
Recojo tus besos
Y allá en la bodega
Guardo miles de ellos,
Porque cuando el mar
Negro y turbulento
En la noche negra
Me llena de miedos
Bajo la cubierta
Cojo uno de ellos
Lo llevo a mis labios
Y con ese beso
Se calman las olas
Y me vence el sueño
Me siento a tu lado
Y pienso: “te quiero”.
Ángel de mi ser
Salte de mis sueños
Penetra en mi vida
Se mi amor eterno
Yo me entrego a ti
Si quieres, yo quiero

En silencio

Un dolor profundo
Llevo muy adentro
Dolor que no puedo
Sacarme del pecho.

Soñando despierto
Aquellos recuerdos
Cuando me decías
Te quiero, te quiero
Y mi corazón
Viviendo en el cielo.

No necesitábamos
Ni pan ni dinero
Pues nuestro cariño
Era el alimento
Dulce nuestro amor
Arrope del cielo.

Pasaron los días
Ya no me das besos
Pero aun te llevo
Dentro de mi pecho
Porque en soledad
Como hombre discreto
Grito en mi silencio
Te quiero y te quiero.

Y espero tu mano
Posarse en mi pecho
Mirarte a los ojos
Y besar tu cuerpo
Hacer el amor
Como jovenzuelos
Rozar nuestra piel
Comernos a besos
Inundarte toda
Estando muy adentro
E irnos de la mano
Juntos hacia el cielo
Tú, estrella de luz
Yo, tu firmamento.

Se que tú me quieres
Yo, también te quiero
Aunque sea en silencio
Nuestro amor es eterno

Por peteneras

Cuando un amor se marchita
Otra mujer me enamora
Porque una mancha de mora
Con otra mora se quita

El amor es como un río
Mirando hacia su corriente
Porque siempre es diferente
Ya sea invierno o estío

Tu boca es agua de rosas
Y tus pechos son de miel
Y yo un insecto goloso
Preso de patas en él

En la fuente de tu ser
Aquel día yo bebí
Desde entonces tengo sed
Y muchas ganas de ti